martes, septiembre 27, 2005

Teatro Terry, Monumento Nacional


El Teatro Tomás Terry de la Ciudad de Cienfuegos, declarado Monumento Nacional en 1978, es considerado una verdadera joya arquitectónica y a la vez es el símbolo cultural de la ciudad.

De origen venezolano, Tomás Terry Adams, se estableció en Cienfuegos aproximadamente en 1830. Talentoso negociante, llegó a convertirse en un enorme acaudalado. Tras su fallecimiento en París, sus herederos decidieron hacer realidad el sueño cultural de su padre, y crearon una Sociedad Civil para la construcción de un teatro en la ciudad, el cual fue fundado en 1890, como resultado del florecimiento en la vida cultural cienfueguera.

Diseñado por el ingeniero Lino Sánchez Mármol, este majestuoso coliseo, una de las edificaciones más antiguas de la llamada Perla del Sur, se yergue frente a su original Parque Central.

Durante todo el año, desde siempre, se presenta en sus tablas lo mejor del arte teatral local y nacional, con gran presencia de artistas extranjeros: Enrico Carusso, Titta Rufo, Sarah Bernarhd, Ernesto Lecuona, Rita Montaner, Bola de Nieve, Alicia Alonso y el Ballet Nacional de Cuba, La Opera Nacional de Cuba, Frank Fernández, Rosita Fornés, Antonio Gades, Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, y muchos otros han subido a su escenario.

Este Monumento, es del tipo llamado Teatro a la Italiana, con su sala en forma de herradura y el público situado en cuatro niveles; pero siempre en relación frontal con el escenario.

En cuanto a su diseño, se ajusta al neoclasicismo cubano; con la persianería francesa, el art nouveau, los remates egipcios, las pinturas de Camilo Salaya y los muebles norteamericanos, que nos ofrecen un eclecticismo muy característico de la isla. Justo frente a la platea se levanta la embocadura del escenario, trabajada a relieve con mucho dorado al estilo del Rococó francés. El tablado tiene una ligera pendiente hacia el público que propicia mejor visibilidad y acentúa la ilusión de perspectiva del espectáculo y la escenografía. El proscenio se proyecta hacia el lunetario dejando el espacio para la orquesta acompañante.

Como un verdadero templo de las artes, el majestuoso Teatro Tomás Terry contribuye cotidianamente al esparcimiento y enriquecimiento espiritual de los cienfuegueros y los visitantes que aman la cultura y el arte teatral.

miércoles, septiembre 21, 2005

La Marina Hemingway

Por la costa norte de La Habana, al oeste de la elegante barriada de Miramar, a la entrada de la popular playa de Jaimanitas, se encuentra la Marina Hemingway. A pesar de llevar el nombre del famoso narrador norteamericano Ernest Hemingway, este lugar tiene poco que ver con el quehacer del estadounidense.

Allí se haya varios de los más conocidos restaurantes del oeste de la ciudad y un moderno centro comercial que la convierten en un atractivo centro para los visitantes que llegan buscando un rinconcito agradable en el cual relajarse y huir de la dinámica de las ciudades.

Muchos propietarios de yates y bellas embarcaciones atracan durante todo el año en uno de sus cuatro anchos canales paralelos. Y ahí pasan días de esparcimiento, descanso y disfrute del mundo marino.

Es esta, además, una de las pocas zonas de La Habana donde se ofrece submarinismo y opciones múltiples para practicar cualquier clase de actividades acuáticas, porque cuenta con un centro de buceo y dos excelentes puntos de inmersión en mar abierto para el buceo en barreras coralinas.

Marina Hemingway figura como una especie de centro insignia en ese prometedor sector de las actividades náuticas, conocida a nivel internacional por su papel de organizadora de eventos de renombre, entre los cuales figuran regatas y torneos de pesca como el que lleva el nombre del novelista estadounidense y que se realiza cada año dedicado a la captura de la aguja, con una presencia foránea que crece de edición en edición. También están el Blue Marlin, en el mes de septiembre, y el del Peto o Wahoo, en el mes de noviembre.

La Marina Hemingway es asimismo un puerto ineludible para regatas internacionales, al devenir punto de escala técnica en esos periplos hacia otras latitudes del área acuática. El acceso a la Marina es muy fácil, se puede realizar las reservaciones con antelación, y en el caso los inesperados basta hacer una señal de aviso por el canal 16 de VHF, sistema utilizado en los servicios marítimos internacionales, es suficiente para garantizar un espacio.

La instalación garantiza los servicios básicos indispensables (agua potable, electricidad, combustible, comunicaciones y televisión por cable), aunque también existe la infraestructura capaz de acoger a los vacacionistas en hospedajes para los gustos más exigentes.Y para los que disfrutan de las travesías por el área, la Marina Hemingway está siempre lista para recibirlos en caso de imprevistos, con un taller náutico en condiciones de asumir la reparación de las naves.

Son famosos el Hotel Acuario, las cabañas con piscina, el Bar Fiesta, La Cova Pizza Nova y el Bar Papa's haciendo del entorno de la Marina Hemingway un sitio perfecto para los amantes de la náutica, rodeados de mar, privacidad y el mejor servicio.

jueves, septiembre 15, 2005

El Teatro La Caridad de Santa Clara

Marta Abreu, considerada la mayor benefactora de la ciudad de Santa Clara, quien con sus donativos propició su desarrollo, fue quien tuvo la idea de construir el Teatro La Caridad.

A través de su esposo, Don Luis Estévez Romero propuso al Ayuntamiento de Santa Clara, el 22 de noviembre de 1883, la adquisición de unos terrenos situados en lo más céntrico de la ciudad a fin de construir allí el teatro.

Ese mismo año, el 28 de diciembre, fue aceptada la proposición y en pocos meses, el 28 de junio de 1884, se dio inicio a la construcción del coliseo, bajo la dirección y asesoramiento del ingeniero Herminio C. Leyva, un excelente amigo de la familia Estévez Abreu.

El Teatro La Caridad es un exponente casi exclusivo de la arquitectura de este tipo de instalaciones correspondiente al siglo XIX en la isla. Su edificación es una de las más significativas de la ciudad de Santa Clara, aún en nuestros tiempos.

El Teatro La Caridad fue construido en el solar donde antes estuvo ubicada la Ermita de La Candelaria. Este ocupa una manzana y tiene además anchos accesos laterales. Esta edificación incluso logró sobresalir y destacarse más que la iglesia, el ayuntamiento y las sociedades políticas y de recreo existentes en el centro de Santa Clara cuando se le construyó.

El diseño escenográfico, los telones de boca y los de entreacto estuvieron a cargo del escenográfo español Miguel Arias. La decoración en relieve en la embocadura, semejante a la del teatro Lineo de París, y un grupo escultórico para la fachada, que se destruyó más tarde, fueron realizados por el maestro Fernando Bossi.

Camilo Selaya, pintor filipino que residía en Cuba, fue quien llevó a cabo la decoración del cielo raso del teatro y colocó además los ocho medallones con los retratos de Ayala, Tirso de Molina, Calderón, Moratin, Alarcón, Echegaray, Hartzenbuzch y Gertrudis Gómez de Avellaneda, respectivamente. Junto a todo ello reprodujo también escenas de la tragedia y la comedia tomadas de diferentes obras famosas.

El teatro La Caridad quedó inaugurado la noche del 8 de septiembre de 1885 con un extenso programa de festejos y la representación del drama Los Lazos de familia, de Luis Mariano de Lana.

En su creación, tuvo mucho peso el objetivo de socorrer a los pobres con las recaudaciones obtenidas de sus funciones de ahí el nombre de la instalación, que guarda relación con todo lo dispuesto por Marta Abreu, quién señaló que sus recaudaciones fueran utilizadas en obras de caridad pública.

El esplendor inicial de la sala duró poco porque la mala dirección y administración de Patronos del asilo de ancianos San Pedro y Santa Rosalía y del teatro La Caridad, condujeron a su deterioro y las posteriores reformas que provocaron alteraciones en su aspecto original en detrimento de su grandiosidad.

En 1964, tras un exhaustivo proceso de restauración, el teatro La Caridad recuperó su forma original. Esta restauración incluyó la restitución total del piso de madera de la platea, la reinstalación de los palcos que habían sido destruidos para ubicar gradas de cemento con lunetas y el retoque de las pinturas del cielo raso de la sala.

El Teatro La Caridad es uno de los más famosos de Cuba y ha tenido el privilegio de recibir en su escenario a grandes figuras del arte mundial, entre ellos el gran tenor italiano Enrico Caruso. Es Monumento Nacional y sede de la Compañía Danza Abierta, de la Orquesta Sinfónica Provincial y de la Banda de Conciertos de Santa Clara.

domingo, septiembre 11, 2005

El Cine Cubano




El Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) nació en el año 1959, fruto de la primera ley cultural de la Revolución Cubana y desde ese momento comenzó a verse en las pantallas una nueva imagen de la sociedad cubana, pasando por la óptica de jóvenes cineastas, quienes encuentran las condiciones para desarrollar un verdadero cine nacional.

Cuba tuvo desde entonces, por vez primera, una verdadera industria cinematográfica, en la que se comenzó a crear un cine autémtico, con vocación social, el cual contaba con un amplio financiamiento y un notable apoyo estatal.

Se crean así obras antológicas como Memorias del Subdesarrollo, La muerte de un burócrata o Lucía; que rompen esquemas y proponen una nueva manera de vernos y asumirnos con orgullo, como parte que somos de un continente pródigo en aportar talentos al mundo. En un mundo donde el mercado y la obtención de grandes ganancias rigen la distribución y la producción de las grandes empresas cinematográficas, hacer un cine de carácter nacional y auténtico es un verdadero reto.


La Cinemateca de Cuba, creada por el ICAIC, nació el 6 de febrero de 1960. Esta es la única de su tipo en el Caribe y una de las más importantes de América Latina. Antes de la creación del ICAIC hubo varios cineclubes, algunos muy activos. Uno de ellos se llamó así: Cinemateca de Cuba, aunque no poseía una colección de cine, lo que caracteriza y define a un verdadero archivo fílmico. Recibían películas a préstamo, las exhibían y comentaban. En ocasiones sus actividades alcanzaban eco en la prensa nacional de la época.

Antes de 1959 algunas compañías eran creadas para hacer una película, o dos, y luego desaparecían. Sus huellas quedaban solamente en descuidados almacenes y hemerotecas, así como en la esperanzada vivencia de sus protagonistas.
También dejaban un elemento favorable: los conocimientos técnicos y la ansiedad de poseer, alguna vez, una industria fílmica realmente cubana, que respondiera a la ansiedad de sus creadores y a la avidez de un público cada vez más cinéfilo.

El volumen patrimonial de la Cinemateca de Cuba supera actualmente las 80 mil bobinas, todo un valioso archivo histórico fílmico. En sus bóvedas, junto a la producción nacional, se hallan una significativa colección latinoamericana e internacional minuciosamente organizada, clasificada y bien cuidada.

Desde 1979, cada diciembre, se celebra el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, al que han asistido figuras tales como Arnold Schwarzeneiger, Maritza Paredes, Robert Redford, Coppola, Harry Belafonte, Geraldine Chaplin, Costa Gavras, los hermanos Coen, Terry Gilliam, Victoria Abril, Almodóvar y muchos otros grandes actores y directores del cine internacional.

La clave de su persistencia, aún en los años más álgidos de la crisis económica, se debe a su poder de convocatoria y al interés de no renunciar por nada a un evento de tanta importancia para la cultura nacional y continental.

El festival, junto a la labor durante años del ICAIC, devino plaza fuerte del cine latinoamericano, ha posibilitado una entrañable relación y el conocimiento del público cubano sobre las cinematografías continental, francesa, italiana, británica, irlandesa, japonesa, china y de otras latitudes. El público cubano, reconocido como conocedor y respetuoso por los artífices que presentan sus obras, es también considerado infalible termómetro para comprobar si un filme logra el supremo don de la comunicación.

Y aunque no vienen constelaciones de estrellas, aunque el festival de La Habana no tiene el glamour ni el despliegue lujoso e informativo de otros, tiene y ha tenido algo en sus veinte años que opaca a todo brillo superfluo: espacio para el cine verdadero, alma para el arte y las ideas, hospitalidad para quienes buscan las esencias, aplausos para aquellos que se comprometen en la búsqueda de los mejor del hombre.

jueves, septiembre 08, 2005

El Alma Máter de La Habana





La Universidad de La Habana se llamó "Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de la Habana" durante más de un siglo, pues las universidades eran fundadas en aquella época (1721) por la autorización real, o por la papal.

Los frailes de la Orden de Predicadores de Santo Domingo fueron los fundadores de esta universidad, quienes solicitaron autorización para abrir estudios universitarios en su convento. Recibieron el permiso del Papa Inocencio XIII y del rey Felipe V de Borbón; y se creó el 21 de septiembre de 1721 siendo así la XVI de América Latina y la tercera en el Caribe.

Originalmente estaba ubicada en el Convento e Iglesia de Santo Domingo o de San Juan de Letrán, en la Habana Vieja, en el mismo centro político, económico y religioso de la ciudad.

Allí, en la Real y Pontificia Universidad de La Habana, se formaron nuestros primeros científicos, literatos e ideólogos: Tomás Romay, José Antonio Saco, José María Heredia, Cirilo Villaverde, Rafael María de Mendive, Carlos Manuel de Céspedes, y otras figuras relevantes.

El primero de mayo de 1902 se trasladó para su actual emplazamiento, en la llamada Colina de Aróstegui, del Vedado. Es un imponente complejo de edificios de estilos neoclásico y clásico griego.

El día 28 de Octubre de 1906 se inició la construcción de su Aula Magna, la cual se concluyó el 1ro de Octubre de 1911.

El edificio está decorado en su interior con obras del pintor cubano Armando Menocal y Menocal: siete grandes frescos que representan la Medicina, las Ciencias, las Bellas Artes, el Pensamiento, las Artes Liberales, las Letras y el Derecho. Cuatro lemas en latín, inscritos con letras doradas a ambos lados del escudo nacional que preside el Aula Magna, completan su decoración

En 1927 se colocó la estatua del Alma Máter en su recién iniciada escalinata, obra realizada en 1919 por el escultor checo radicado en Cuba Mario Korbel, fundida en bronce e instalada sobre un pedestal de piedra y cemento.

El artista se inspiró en dos modelos para esculpirla: de la más joven tomó el rostro, la cabeza y el cuello, de la otra copió el cuerpo. En los costados del trono de bronce en que aparece sentada, grabó en bajorrelieve figuras alusivas a las artes y las ciencias que se enseñaban en la Universidad de La Habana.

La escalinata universitaria, inaugurada el 17 de enero de 1928, tiene 88 escalones y 4 tramos de descanso

Ante esta colosal escalinata se encuentra el monumento a Julio Antonio Mella, líder estudiantil que fue asesinado en 1929 por orden del dictador Machado en la Ciudad de México.

miércoles, septiembre 07, 2005

El Cacahual




Hacia el suroeste de la ciudad, cerca de Santiago de las Vegas, se encuentra la finca El Cacahual, uno de los lugares más solemnes de Cuba.

Digo esto de la solemnidad porque es allí donde se encuentran los restos del prócer de la Independencia cubana, el Lugarteniente General Antonio Maceo y su ayudante el Capitán Francisco Gómez Toro.

Ambos cayeron en combate luchando contra las tropas enemigas españolas en la acción de San Pedro, en lo que es el actual municipio de Bauta,no muy lejos de El Cacahual donde ahora existe un complejo monumentario que sirve de tumba a los restos de ambos.

Maceo era natural de la provincia de Oriente y sus restos descansan bajo esos mármoles. Su heroica caída se produjo el siete de diciembre de 1896. Nuestra nación sufrió un terrible golpe cuando el Titán de Bronce y su Ayudante fueron sorprendidos por las tropas españolas.

A principios del pasado siglo se levantó allí un monumento el cual ha ido recibiendo transformaciones hasta llegar a tener su actual configuración.
Por su significación histórica a El Cacahual se le confirió la condición de Monumento Nacional.

El siete de diciembre fue declarado como día de duelo nacional y día de los mártires de la patria. Cada año se congrega una gran cantidad de personas para rendir tributo a los dos héroes que allí descansan. Y allí, en la amplísima explanada de El Cacahual se han efectuado diversos desfiles y otras actividades como homenaje del pueblo cubano al relevante patriota que se destacó tanto por su genialidad y bravura en los combates.

José Martí nació en La Habana y murió en Oriente, donde descansa. Claro, hay muchos otros grandes titanes en las páginas de la historia de Cuba, así como Ignacio Agramonte natural de Camagüey cuyos restos las tropas contrarias (españolas) esparcieron por los campos de Cuba para que nunca se pudiera enterrar. Irónicamente, eso era lo que Agramonte había pedido que se hiciera con sus restos. El Generalísimo Máximo Gómez, a quien Cuba debe tanto, natural de la República Dominicana descansa en el Cementerio de Colón en La Habana. Calixto García de la ciudad de Holguín, Oriente, es el único extranjero que ha recibido un funeral con los honores de general en los Estados Unidos, donde descansa. Y muchos, muchos, más.

lunes, septiembre 05, 2005

Autos antiguos, un museo muy original






Algo que siempre llama la atención a los visitantes cuando pasean por las calles de nuestra ciudad es el llamado “museo rodante”. Todos se sorprenden al contemplar este singular y espontáneo “museo”, resultado del ingenio y la capacidad creativa del cubano.

Numerosos autos de diferentes fábricas norteamericanas como los Ford, General Motor y Chrysler, de las décadas del 40 y el 50, se pueden encontrar doblando por cualquier esquina o detenidos ante un semáforo o sirviéndonos de taxi a nosotros mismos.

Su variedad es enorme: Cadillac convertible, Ford estándar, Edstel, Ford de luxe, Mercury, Cadillac de luxe, Buick de luxe, Cadillac dorado, Chevrolet estándar, Chevrolet de luxe, Pontiac, Chrysler imperial, Chrysler de luxe y estándar, de Soto, Dodge, Kaiser, Henry J, Houdson, Odsmobile y Plymouth.

Estos autos están excelentemente conservados y son casi el 10% de los que actualmente ruedan por las calles de la isla.

Importantes coleccionistas privados han venido a Cuba con el propósito de adquirir autos antiguos, muchos fotógrafos de renombre también vienen en busca de material casi insólito para la creación de sus imágenes artísticas.

Igualmente prestigiosas cadenas televisoras han dedicado espacio para reportajes sobre la genial conservación de esos autos en manos de los cubanos, quienes han creado durante cuatro décadas una ingeniería mecánica capaz de adaptar piezas rusas y de todo tipo a motores de fabricación norteamericana.

Pero más que ese museo rodante, en la ciudad existe un auténtico museo de autos antiguos, con un carácter más histórico y solemne, organizado, con su exposición y sus fondos permanentes, que puede ser visitado en la calle Oficios de La Habana Vieja.

Su exhibición abarca desde los primeros coches tirados por caballos, pasando por los traídos a principios del pasado siglo, así como los coches del cuerpo de bomberos, hasta una colección de tractores y motores de vapor.

Vale señalar que en Cuba existen varios proyectos de Autos Históricos, sobre todo en Ciudad de La Habana, Pinar del Río, Santiago de Cuba, y Matanzas.


Esas entidades no tienen carácter lucrativo y se les denomina Escuderías de Autos Históricos, registradas por la Federación de Automovilismo y Kartismo de Cuba como una modalidad deportiva más.

Las escuderías realizan reuniones periódicas con la finalidad de incrementar las posibilidades expositivas promocionales y competitivas en las diferentes modalidades, según las marcas, originalidad, confort, antigüedad y otros detalles de los autos.


También auspician competencias de mejor parqueo, mejor marcha atrás, mejor frenaje, mejor presentable y motor más reluciente, entre otras ideas que ayudan al incentivo de los participantes.

Los patrocinadores, encargados de otorgar los premios, son determinantes en el éxito de las actividades.

En la actualidad las mejores muestras expositivas se originan en La Habana, en áreas aledañas al hotel Comodoro, con la Escudería "La Macorina", en honor a la primera mujer que condujo un auto en Cuba y en el hotel Meliá Cohiba con la Escudería Club del Automóvil.
Las escuderías colaboran apoyando promocionalmente las competencias de karting y motociclismo así como las actividades populares, en el Malecón Habanero y la Plaza de la Revolución entre otros sitios atractivos de la capital.

Existe, además, una agencia de coches de alquiler con sólo carros antiguos, exclusivos, que hacen un verdadero viaje en el tiempo.

sábado, septiembre 03, 2005

El Cristo de La Habana




A la izquierda, cuando se entra al puerto de La Habana, se levanta, majestuosa, una colosal estatua conocida como El Cristo de La Habana, monumento que forma parte del conjunto arquitectónico que caracteriza la entrada del antiguo puerto de Carenas. La blanquísima imagen de mármol de Carrara contrasta, ante nuestros ojos, con el gris antiguo de sus vecinas las fortalezas de Los Tres Reyes del Morro, San Salvador de la Punta y San Carlos de la Cabaña.

El monumento fue construido en Italia, obra de la escultora cubana Jilma Madera, y se inauguró el 25 de diciembre de 1958. Su altura es de veinte metros sobre la base que mide tres metros, está compuesta por 67 piezas y pesa 320 toneladas.

Teniendo en cuenta el área sobre el pináculo de la colina donde esta se yergue, podemos decir entonces que su altura está a 51 metros sobre el nivel del mar, hecho que posibilita ver al Cristo de La Habana desde muchos puntos de la ciudad. También desde allí se puede disfrutar de una de las más hermosas e imponentes vistas de la ciudad de La Habana, sobre todo de su parte más vieja, así como el paso de buques de gran porte pero también de las pequeñas lanchas de pasajeros que transportan a los vecinos a ambos lados de la Bahía.

La figura del Nazareno está de pie, con una mano en el pecho y la otra en alto, mirando hacia la ciudad, como si bendijera a sus moradores.

Al decir de un colega, cuando se aprecia esa imagen blanca, nos parece estar observando una deidad que desde su altura mira el destino de los hombres, de aquellos que navegan en las protegidas aguas de esta gran rada habanera y que fuera lugar seguro para huir de los ataques de corsarios y piratas.

El poblado de Casablanca, donde realmente está enclavada la estatua, y que otrora fuese un pueblo esencialmente de pescadores, ayuda a crear una atmósfera de quietud en el entorno, dada por la tranquilidad de sus habitantes, sabedores de que la naturaleza del lugar lo ha dotado de una colina desde donde puede admirarse lo más bello de la capital.

Carismático y enérgico a la vez, este Cristo es admirado por muchos, debido al detalle de su rostro desafiante. Pero el Cristo de la Habana ya no está solo en sus andares de protector de nuestra bahía, al otro lado bordeando el malecón, se encuentra el dios de los mares, el Poseidón griego o el Neptuno romano. Pero vale destacar que esta otra imagen nunca llega a la grandeza y las dimensiones colosales del Cristo.

jueves, septiembre 01, 2005

Cabaret Copa Room del Hotel Riviera





Para mi amiga Ileana
Una noche muy especial de este álgido verano recordé mucho a una excelente amiga, más bien una hermana, a quien mucho quiero a pesar de que la distancia hace de las suyas entre nosotros. Ella siempre ha sentido una predilección muy significa por disfrutar de las noches del Cabaret Copa Room de La Habana. Por ello su recuerdo es como un rito mental obligatorio cada vez que lo visito.
El fabuloso Cabaret Copa Room posee una esmerada decoración en el más puro estilo de los años 50 donde la combinación de luces y espacio crean una atmósfera única en las noches de la ciudad de La Habana.
Este confortable cabaret se caracteriza por la jovialidad de todos los que allí nos ofrecen el servicio, el local tiene 300 capacidades dispuestas en mesas ubicadas en forma escalonada, y todas las noches nos espera un rutilante espectáculo con las más bellas modelos y los más armónicos músicos de la noche habanera.
En nuestra última y muy divertida visita disfrutamos de un espectáculo titulado “A lo Riviera”, una creación del maestro coreógrafo Tomás Morales.
Todo es una verdadera fiesta de cubanía donde se coloca en primer plano lo mejor de la cultura nacional. El tiempo transcurre entre hermosos cuadros, bellas interpretaciones musicales y la fantasía danzaria que se apodera de la pista, una de las más modernas de La Habana por sus excelentes condiciones técnicas.
La coctelería de la casa se hace cómplice de la noche y es como una especie de complemento del espectáculo multicolor y de la música criolla: Cuba bella, Daiquiri, Bello Monte, Mojito…
El Cabaret Copa Room está enclavado dentro del elegante Hotel Havana Riviera, en la zona oeste de la ciudad, en un privilegiado lugar mirando al mar.
Para los amantes de los bailes con orquestas en vivo, el Cabaret Copa Room es también el sitio ideal, porque siempre tiene las mejores orquestas para hacer las delicias de los bailadores, sobre todo para aquellos que gustan de la Salsa y el Cha cha cha.