jueves, noviembre 30, 2006

Bienvenida, música y agradecimiento en Teatro Karl Marx

Al compás de una linda melodía latinoamericana y la voz de Guayasamín en off subió el inmenso telón para dar paso a la lectura de un saludo de agradecimiento de Fidel a los amigos de más de 80 países presentes.

La fiesta músico danzaria comenzó con Amaury Pérez y su No lo van a impedir, a quien le siguió la magistral Interpretación de la Orquesta Sinfónica de Holguín con la Marcha por una escultura.

Deliciosos los fragmentos del Ballet Elpidio Valdés a cargo de la más nueva generación de bailarines, adolescentes y niños. Bella coreografía, música criollísima y una muy original escenografía en la que la OSH se sumerge en la penumbra del palmar y la manigua cubana donde defendían los mambises la Independencia de la Isla.

Sobriedad, frescura, la gracia propia de estas jóvenes y niños produjo una prolongada ovación.

Figuras como Miriam Ramos acompañada del pianista Rolando Luna, Augusto Enríquez, Lázaro García, Vicente Feliú y Eduardo Sosa con el coro Novel Voz interpretaron conocidas canciones de siempre.

Momento muy especial El Bombín de Barreto, cuando la banda de Conciertos de Granma y el Conjunto Folklórico Nacional presentaron nuestro baile nacional, el danzón. Yoruba Andabo interpretó la rica rumba cubana y el pequeño Danilo Corrales, secundado por el gran coro de la Escuela de Música de Guanabacoa ofreció un rato de ternura con la eterna canción infantil Todos los niños el mundo.

Dahomeñó se titulan los cantos y dinámicas danzas, llenos de un marcado ritmo y gran colorido que nos presentó el Conjunto Folklórico Nacional. Profundo simbolismo, maestría y precisión en los movimientos de las coreografías produjeron fortísimos aplausos en el público presente.

Las compañías juvenil y regular del Ballet de Litz Alfonso pusieron también su granito de arena en el fastuoso espectáculo donde más de uno marcó el compás con un pie, con la mano, con los ojos y hasta con todo el cuerpo, mientras que para llevar al éxtasis la especial noche de emociones, las orquestas América y Los Aragoncitos, en un particular encuentro generacional con excelentes resultados, inundaron la sala con los pegajosos acordes de El Bodeguero.

Noche de alegría, de agradecimiento, homenaje y bienvenida, pero sobre todo de orgulloso engrandecimiento de nuestra cultura nacional, fue la de este martes en el coliseo Karl Marx. Buen inicio para unas jornadas igualmente grandiosas y de gran significación para un pueblo que festeja el aniversario de su líder natural. (Fotos René Pérez Massola)

sábado, noviembre 25, 2006

El rock de Jaguares en La Habana

Recientemente estuvo en nuestra ciudad la superbanda de rock Jaguares con un fabuloso concierto que no sólo demostró el buen estado de su música, también que en Cuba, como diría José Alfredo Jiménez "México sigue siendo el rey".

El grupo, acostumbrado a vencer escollos, del cual sus miembros salen "más fuerte" según ellos mismos proclaman, debió enfrentar, antes del concierto, el desconocimiento de su obra aquí, una insuficiente propaganda local y eventuales competidores.

Por ejemplo a la misma hora de la función el ídolo habanero Carlos Varela actuaría en Los Jardines de la cervecería Tropical, lo que dividía lealtades en el auditorio rockero de la capital.

Sin embargo, los mexicanos consumaron la hazaña y reunieron entre 10 mil y 12 mil amantes de su música en un concierto que se dilató hasta bien entrada la madrugada. Jaguares salió a la palestra después del excelente grupo cubano Wena Onda que le sirvió de telonero, y se echaron al público en la cartera. El repertorio ejecutado hizo un repaso por la historia de la banda, desde el disco El equilibrio hasta Crónicas de un laberinto, su grabación más reciente.

Las canciones no llevaban en si alardes técnicos, ni riff efectistas, parecían surgir como producto de un estudiado taller a lo King Crimson, en el cual se privilegiaba la simpleza aparente del mensaje fresco. Sonidos afrocubanos, guitarreo acústico en tonadas como Aviéntame, incursión vocal impresionante de Alfonso André, que alcanzó una poesía poco común dentro de un entramado musical como siempre en lo mexicano de gran lirismo y convicción, matizaron la noche. Los temas abordaron los problemas sociales y del amor.

La banda integrada por músicos muy cultos ha logrado un rock de alto vuelo que escapa al circo sonoro y retrotrae el género a su etapa más virtuosa, la del mensaje profundo, la advertencia atinada y el compromiso social. Al final de la velada, en conversación con la prensa, Saúl Hernández afirmó su amor por Cuba y los cubanos, y ponderó el papel de la isla en aunar a la América toda, la del Bravo a la Patagonia y también aseveró que uno de los objetivos de la actuación de Jaguares en Cuba era exhortar a que otras bandas y artistas lo hicieran y así romper ese bloqueo cultural y musical que los adversarios de la isla ejercen sobre ella.

César López alabó el público habanero y dijo que se encargaría de refutar las ideas calumniosas que sobre los cubanos se propalan por el mundo. Dijo "Ustedes se ven muy libres. Bailan, se proyectan con libertad. Eso no se ve en otros lugares". Por supuesto prometieron volver, trabajar con colegas cubanos y conservar el calor humano recibido en unas jornadas tan apretadas.

Fue una noche venturosa en la que quedó corroborado que, en Cuba, México sigue siendo el rey, por su pueblo fraternal y noble, su afán de justicia, su cultura e historia.

Gente de Festival los británicos Fiennes y Frears y brasileño Wilker


Los británicos Ralph Fiennes y Stephen Frears, y el brasileño José Wilker, asistirán al XXVIII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que se celebrará del 5 al 15 de diciembre en La Habana, nos informaron los organizadores del evento.

Fiennes estará en los festejos, del 8 al 15 de diciembre, de los 20 años de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños, con la presencia del promotor de la institución, el Premio Nobel colombiano Gabriel García Máquez.

Ralph Fiennes, de 43 años, fue protagonista de "El paciente inglés", hizo de oficial nazi en la película "La lista de Schindler" de Steven Spielberg, y de asesino en serie en "Red Dragon". Su hermano, Joseph Fiennes, de "Shakespeare enamorado", fue invitado especial del Festival Internacional del Habano, en febrero pasado.

También es esperado en el festival de cine Stephen Frears, actor y director británico de 65 años, que inició su trayectoria en Hollywood con "Relaciones peligrosas" (1986), un filme protagonizado por John Malkovich, Michelle Pfeiffer y Glenn Close.

Por su parte, el brasileño Wilker (Doña Flor y sus dos maridos, 1976), (Últimos días del Edén, 1992), presentará en el festival la película "O maior amor do mundo", del veterano cineasta brasileño Carlos Diegues.

Con esa película, presentada en el Festival de Cines y Culturas de América Latina de Biarritz (Francia), Diegues compite por el premio Coral en la categoría de largometrajes de ficción.

Para el acto central del festejo de la EICTV están invitados además los argentinos Fernando Pino Solana, Octavio Getino, el boliviano Jorge Sajinés, el griego Constantin Costa Gavras, entre otros.

En el XXVIII Festival de Cine Latinoamericano se exhibirá un total de 468 películas, 105 en una dura competencia en la que parten como favoritos filmes de Brasil, Argentina y México.

miércoles, noviembre 15, 2006

Festival de Habaneras

La XXI edición del Festival de Habaneras que anualmente convoca el Centro de la Música Adolfo Guzmán fue una magnífica cita a la que concurrieron 56 obras de las cuales 18 resultaron finalistas; entre ellas Habanera de Ojos Verdes y Caricias de Cubanía, escuchadas la noche del miércoles en la Casa de la Amistad.

Cada una de las sedes contó con un abundante público conocedor del género.

El Festival incluyó un homenaje, transformado el concepto de las serenatas a las mujeres destacadas de la cultura y el deporte, pues recibieron el homenaje en el Café Cantante y no en sus hogares, como ocurría anteriormente. Para esta ocasión fueron elegidas la inmersionista Déborah Andollo, la excelente figura del Ballet Viengsay Valdés, las intérpretes Mayra de la Caridad Valdés, hermana del pianista Chucho Valdés? La musicalísima Beatriz Márquez, la sentimental Ela Calvo y la genial Alina Torres.

También hubo las Tardes de Habaneras en varios sitios de la Capital, con la participación de agrupaciones, solistas y compositores de alto reconocimiento; así como un Coloquio dedicado al género y la Gala de Clausura. Cada año este festival reúne a los mejores cultivadores e la habanera y se ofrecen también, maravillosos conciertos corales.

Entre las Habaneras más conocidas de todos los tiempos se encuentran: La Bella Lola, La Paloma, La Bella Cubana y Veinte Años, que popularizara María Teresa Vera. Y muy conocida es también la habanera de la ópera Carmen, interpretada por figuras del arte lírico de todas las épocas.

La Habanera es un género que se interpreta mucho, tanto en Cuba como en España, donde se realizan festivales y concursos también, desde el siglo pasado. Este evento se celebró en ocasión del aniversario 487 de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana.

Esta edición marcó una innovación; el encuentro abandonó los escenarios de salas y teatros y buscó espacios al aire libre y centros dedicados a la música, al igual que locales de sociedades españolas.

Danza Voluminosa en escena y de fiesta



Con más de 100 kilos y plenos actividad, los bailarines de la compañía "Danza Voluminosa" festejaron con una gala su X aniversario, dispuestos a demostrarnos que son capaces de cultivar el arte a pesar de los prejuicios sociales devenidos de sus cuerpos voluminosos. Los miembros del conjunto y algunos invitados especiales nos recrearon en el Teatro Nacional con fragmentos de las obras exhibidas por el grupo.
Danza Voluminosa no es un grupo de ballet común, pues está formado casi completamente por personas con más de 200 lbs de peso, siendo un proyecto que rompe con los esquemas tradicionales y permite a los bailarines mostrar con sudor, talento, pasión y gracia impresionantes que ellos también pueden realizar un hermoso y profesional, aunque nada convencional, ballet.
Ellos carecen de complejo y explican y demuestran con orgullo cómo usan sus cuerpos para lograr un estilo único de baile trabajando más en el suelo que en el aire, para buscar siempre una línea diferente de gravedad a la de los bailarines clásicos, de manera que dan más énfasis a los movimientos de brazos, arqueándose y estirándose casi al máximo, evitando así los grandes saltos que sus pesados cuerpos no les
permiten realizar con facilidad. Crean así una estética de su propio cuerpo, algo donde los voluminosos pueden ser los protagónicos. Y naturalmente lo logran.
Su director había estado bailando toda su vida, y junto a otras personas pasadas de peso, se encontró algo relegado o tratado como una curiosidad en los grupos tradicionales de esta isla caribeña amante del ballet. Pero ahora la gente los ve juntos y se pregunta ¿cómo pueden moverse tan hermoso?
Esta compañía sólo ha actuado en La Habana durante estos diez años y ha tenido pocos contactos directos con grupos extranjeros. El año pasado recibieron la asesoría de una reconocida maestra de baile español, quien trabajó en el
perfeccionamiento de sus técnicas. En esta representación de Fedra, colaboró con ellos uno de los mejores y más conocidos coreógrafos de Cuba, Ramiro Guerra.
Danza Voluminosa nos demostró que la danza es compatible con los kilos, aunque sean muchos y esa noche especial arrancaron fortísimos aplausos del público que abarrotábamos la sala Covarrubias del Teatro Nacional. Ellos, los más ''grandes'' bailarines cubanos, pusieron tanta pasión en su adaptación de la tragedia griega Fedra que nos hicieron olvidar que estábamos ante artistas de más de cien kilos de peso.

Está claro que con un sólido y creciente repertorio, y un público fiel en La Habana, junto a personas talentosas, Danza Voluminosa promete mantenerse en Cuba por mucho tiempo aún si nunca logran la prominencia de los grupos convencionales.




lunes, noviembre 06, 2006

Adiós al XX Festival de Ballet de La Habana

El XX Festival Internacional de Ballet de La Habana llega a su fin con una gala de lujo protagonizada por bailarines cubanos e invitados extranjeros, entre ellos José Manuel Carreño, Julio Bocca y Patrick de Bana.

Concluye el reinado de la danza durante 10 días en sus varias facetas y un público fiel acompañándola, inmune a la lluvia de un noviembre húmedo, de brisa hosca y a veces cortante.

En la escena del Gran Teatro de La Habana, piezas como Non, je ne regrette rien, de Ivan Ferrier, con música de Edith Piaff. La danza la ponen Agnés Letestu y José Martínez, del Ballet de la Opera de París serán vistas esta noche.

Este dúo satisface las apetencias del público habituado a recibir lo mejor en cada festival organizado por Alicia Alonso, quien prolonga así su paso legendario por este arte.

Se incluirá el Grand pas de quatre y estará el gran Julio Bocca, quien se prodigó aquí con cuatro funciones marcadas por su talento.

Patrick de Bana actuará con Ana Badía, también estará la española Ana Laguna, quien bailará la música de O sole mio, en la voz de Luciano Pavarotti.

José Manuel Carreño, primera figura del American Ballet Theatre, ofrecerá un solo “Ave María” que la crítica augura excepcional. Carreño, uno de los bailarines más prestigiosos del mundo, es miembro de una dinastía familiar iniciada con sus tíos Lázaro y Alvaro, y continuada por él y Joel, el más joven retoño.

José Manuel y Carlos Acosta, intérprete surgido de las filas del Ballet Nacional de Cuba -artista invitado del Royal Ballet de Londres, vuelven a la isla cada vez que pueden para entrar en contacto con su público natural y reafirmar sus raíces y tener esta retroalimentación vital para ambos, apegados a sus orígenes.

Como lo prometió Alicia Alonso, ella aportó tres coreografías: Desnuda luz de amor, concebida especialmente para la italiana Carla Fracci, Cuadros de una exposición y Mozart divertimento.

También hubo estrenos de corte experimental como Good night, Mozart, del coreógrafo y bailarín alemán Patrick de Bana, basado en la fusión de música clásica, flamenca y árabe. Un mestizaje de dos culturas que se atraen en un juego de cercanías y distancias mientras, el cubano Iván Tenorio propuso Teseo y el minotauro, una versión del famoso mito griego reinterpretado por su autor como el triunfo de la civilización sobre la barbarie.

El XX Festival Internacional de Ballet de La Habana dará vuelta a otra de sus páginas repletas de acontecimientos e hitos, pródigas en experiencias estéticas.

FESTIVAL, FESTIVAL,FESTIVAL.....





miércoles, noviembre 01, 2006

Continúa el Festival a buen ritmo

El XX Festival de Ballet de La Habana llegó a su cuarta jornada con el estreno mundial de A través de tus ojos, del coreógrafo norteamericano James Kelly.

Tal y como había prometido su presidenta, Alicia Alonso, quien anunció al público un estreno cada noche, el cuerpo de baile del Ballet Nacional de Cuba protagonizó la pieza de Kelly, calificada por su autor como una obra contemporánea, sin argumento determinado.

Esta es la segunda ocasión en que el coreógrafo estadounidense monta sus ballets con artistas de la Isla. En 2004 lo hizo con Sinfonía para nueve hombres.

El programa del Gran Teatro, sede principal del festival, lo encabezaron Las sílfides, un montaje de Alonso según la versión original de Mijail Fokine con bailarines del patio.

Otro de los estrenos fue Potato, coreografía del sueco Mats Ek, que bailó el propio artista con la española Ana Laguna.

Carlos Acosta, primer bailarín del Royal Ballet de Londres, y la australiana Leane Benjamín (Real Ballet de Londres), quienes interpretaron Mayerling, del británico Kenneth MacMillan.

Acosta también baila, junto a su compatriota Viengsay Valdés, Diana y Acteón, coreografía de Alicia Alonso sobre la original de A. Vagánova a la que seguirá, para cerrar, la compañía española Farruquito y familia.

En la sala Avellaneda, del Teatro Nacional, se repondrá Giselle, con Hayna Gutiérrez y Javier Torres, acompañados por la Orquesta Sinfónica de Oriente, bajo la dirección de Giovanni Duarte.

El Teatro Mella acogere a solistas del Ballet de Magderburgo, a bailarines del Centro Coreográfico de Valencia, y a la bailaora española María Juncal, ganadora en 2004 del premio de danza flamenca Antonio Gades.

Extendido este año a otras dos provincias del país, Cienfuegos y Matanzas, el festival acoge a bailarines de 23 países y figuras de primer nivel como la italiana Carla Fracci, los argentinos Julio Bocca y Maximiliano Guerra, y la rusa Natalia Osipova.

Aunque tuvo una breve presentación en el Gran Teatro de La Habana, el artista andaluz ofrecerá una función completa en el teatro Mella con el espectáculo Farruquito y familia este miércoles.

Se trata de "un montaje sin argumento, en el cual el factor sorpresa juega un importante papel y el espectáculo se renueva en cada función". El programa recorre los distintos palos del flamenco más puro y tradicional.

Otro cubano, el coreógrafo Eduardo Blanco, pondrá en escena Danzas de Mozart, a cargo del cuerpo de baile del Ballet Nacional.

Mientras, Iván Tenorio propone Teseo y el minotauro, una versión del famoso mito a partir de canciones griegas antiguas, orquestadas por Vangelis. Por momentos se podrá escuchar la voz de la afamada actriz Irene Papas.

Calificado por su autor como un ballet temático, anecdótico, lo asumirán Elier Bourzac, Miguelángel Blanco y Anette Delgado.

Entre las reposiciones figura el pas de deux Cascanueces, coreografía de Alicia Alonso sobre la original de Lev Ivánov, con Hayna Gutiérrez y Joel Carreño.

También Un viaje a la luna, comedia-ballet en un acto, que interpretarán Javier Torres y Bárbara García, entre otros.

El repertorio tradicional se abrirá paso con Giselle, en el Teatro Nacional, una pieza emblemática de la compañía dirigida por Alonso, quien fuera una de sus grandes intérpretes.

Considerada la cumbre del romanticismo, ella la rescató del olvido, le insufló modernidad sin traicionar su esencia y acentuó los detalles de estilo, tras una investigación minuciosa.

Los papeles principales los encarnarán las primeras figuras de la compañía Viegnsay Valdés y Rómel Frómeta.

Tras cuatro días de inaugurado, el festival marcha a buen ritmo, con un estreno mundial cada noche, ciclos de películas, exposiciones y muestras fotográficas.

Entre las puestas más halagadas destaca la del español Goyo Montero, El día de la creación, laureada con el Premio Iberoamericano de Coreografía 2006, auspiciado por la Sociedad General de Autores de España y el BNC.

Con poemas en las voces del brasileño Vinicius de Moraes y el español Joaquín Sabina, como singular respaldo sonoro, recibió una calurosa acogida del público y la crítica, que la calificó como una obra original con un vocabulario expresivo de alto nivel.

A esta se suman Prólogo para una tragedia, del canadiense Brian McDonald, cuyo elenco integraron el argentino Maximiliano Guerra, y solistas del Ballet de Magdeburgo.